LA UTOPÍA DE LOS DATOS: ¿un mundo feliz?
“Nos condena a repetir nuestra historia”
Cada vez es más claro que dar poder a la inteligencia artificial (IA) limita la libertad en varios aspectos. Hoy, la mayor parte de la IA comercialmente viable es de aprendizaje automático, y el aprendizaje automático extrae el conocimiento de los datos, de cada huella digital que dejas con cada paso digital que das. Por lo tanto, este aprendizaje automático solo puede replicar los pasados que ya existieron. Más aún: crea una versión optimizada de ese pasado. ¿Quieres vivir en una versión optimizada del pasado de Chile? Probablemente no. Como sea, no hay datos sobre un Chile sin pobreza, sin contaminación y sin conflicto armado. Dar todo el poder a la IA nos condena a repetir nuestra historia por siempre. Limita nuestra libertad porque nos encierra en nuestros pasados y/o, al menos, en los pasados de aquellos que nos han precedido.
Que la IA potenciada por datos aprenda sobre tus preferencias pasadas y te muestre avisos que coinciden con ellas es genial si estás buscando un producto de consumo, pero es horrible si quieres informarte políticamente. Reafirma los sesgos existentes, lo que al final lleva al extremismo y la polarización y al hecho bien conocido de que la izquierda y la derecha ya no hablan entre sí. También puede interferir con tu creatividad. Busca en línea la aplicación Sketch-rnn, que es una herramienta de aprendizaje automático de Google que te recomienda maneras de dibujar. Mientras dibujas, pregúntate, ¿cuánto está influyendo/ limitando/cambiando tu “libre albedrío”? ¿Esta guía digital fomenta o limita tu “libre albedrío” para dibujar lo que quieras? Lo mismo pasa con tus elecciones de consumo, tus amistades, tus opiniones políticas: todas están moldeadas hoy por el filtro de la IA
Entonces, ¿seremos limitados por la IA? Sí. Estamos haciendo una reingeniería de la humanidad, estamos permitiendo que nuestros patrones ya existentes jueguen un papel mucho más importante al potenciarlos a través de la IA. Esto nos encierra en un circuito de retroalimentación que podría llevarnos a una espiral, especialmente porque en muchas áreas la IA es un pensador mucho mejor, más consistente y más poderoso que el cerebro humano. Pero, y este es un pero importante, ¿quién dice que el cerebro humano es solo una máquina pensante? Si los humanos solo somos eso, tenemos un problema. Necesitamos desarrollar un nivel de conciencia que no solo sea lo suficientemente fuerte para guiar nuestro propio pensamiento (actualmente muy pocas personas pueden hacer esto), sino que un nivel de conciencia aún más fuerte, capaz de guiar a nuestras máquinas de pensamiento. En resumen: nosotros, como humanidad, necesitamos evolucionar. Con rapidez.
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