El doctor en comunicación, economía y ciencias sociales, que ha investigado con profundidad cuánta información hay en el mundo, advierte que “la democracia es la privacidad, regular quién tiene acceso a cual dato. Sin embargo, la democracia representativa está rota, habría que deshacerse del sistema e inventar algo nuevo, porque la democracia es un proceso de procesar información, tiene que ver con detectar no solo lo que los individuos quieren, sino lo que el colectivo quiere”.
-¿Qué es lo que le preocupa de la creciente digitalización?
-Con la digitalización, no me preocupan los cambios en la economía ni en la salud, tampoco el gobierno. El hecho que Amazon te muestre un precio diferente a ti que a mí o que un servicio de vuelo te lo muestre más caro a mí que a ti, que todo tu historial médico estuviera disponible para las farmacias, tenemos que acostumbrarnos… O crear instituciones que lo regulen.
-¿Qué tan unida está la democracia a la privacidad?
-La democracia es la privacidad, regular quién tiene acceso a cual dato. Sin embargo, la democracia representativa está rota, habría que deshacerse del sistema e inventar algo nuevo, porque la democracia es un proceso de procesar información, tiene que ver con detectar no solo lo que los individuos quieren, sino lo que el colectivo quiere, y es un proceso de información dinámico y para eso las tecnologías podrían ser fantásticos, pero no funciona junto con al sistema de procesar información que se llama democracia representativa.
-¿Qué tanto le importa a la gente que las redes invadan su privacidad?
-Son conscientes que las redes invaden su privacidad, pero no les importa, pero te insisto, la verdad es que tampoco me preocupa tanto para la economía, está bien que se conozca la demanda del individuo para ajustar la oferta; el problema, sin embargo, es hasta que conozco tan bien que yo sé, por ejemplo, que te puedo vender la lata de coca cola por mil pesos y al otro por diez mil pesos.
-¿Cómo influyen estas nuevas tecnologías en la legislación?
-Bueno, es un problema para la legislación que, recordemos, determina lo que nosotros queremos, y cómo lo determina, eso es un proceso de mediación de información que hoy lo solucionamos a través de un sistema de información que se llama democracia representativa, que es demasiado simplista. Trump, por ejemplo,se siente mandado por los tweets, reacciona en tiempo real ante ellos…
-¿Qué imagen sirve para entender la necesidad de regular el poder de la información?
-A ver, en la cuarta revolución industrial, no teníamos calle, ni leyes para regular el límite de velocidad; hoy estamos en el momento en que tenemos autos en la calle y tenemos que ver si queremos manejar a la derecha o a la izquierda, si queremos límites de velocidad o no. Hay muchos detalles, todas esas regulaciones hay que crear, crear regulaciones para el tipo de datos al cual se pueden acceder y a la transparencia. Hay leyes, por ejemplo, para que cada ciudadano tenga derecho a saber cómo funcionan los algoritmos, a preguntar al creador del algoritmo como llegó a la conclusión de negarte a ti el crédito y aprobárselo a otra persona.
-En ese sentido, ¿cómo ve a Chile?
-Chile debe crear regulaciones y aprovechar esto, ser líder. Además, en ese país tienen uno de los usos más grande de Facebook y tiene una penetración de celular impresionante. Además, siempre tenido un registro impresionante y transparencia.
Chile tiene big data antes del big data, es muy fácil y siempre ha sido muy fácil aprovecharse de eso, abusar eso, pero hoy, cuando esto es la norma, de que haya este tipo de transparencia, hay muchas posibilidades de innovar.